31 agosto 2008

Pararme no me sale a cuenta...


"Rompiendo la rutina. Siento el goteo refrescante de una lluvia de verano. Que inunda mi calle cuando yo paso. Si piso fuerte no dejo rastro. Siento que el peso de un gran viaje, con una mochila a cuestas. Día tras día, de punta a punta. Que no volví , que soy turista. No me dejes pensando, se me ocurren tantas cosas. Cosas malas,cosas sanas, cosas." (De "circuitos de lujo". Cosas malas. Pastora)

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Hoy, 31 de agosto, acaban mis vacaciones de verano.

Mañana vuelve la rutina diaria, empieza "el curso escolar". Me presento en mi nuevo instituto, conoceré a mis nuevos compañeros, me darán mis grupos y horarios y en dos semanas estableceré la "primera toma de contacto" con los que serán mis alumnos en los próximos meses.

Clases, exámenes, correcciones y nuevos retos.

Es emocionante. Sobre todo por lo que implica este año a nivel profesional. Profesora con plaza. Eso le da un matiz distinto, un cariz diferente.

Aun así reconozco que no quiero que acabe el verano, que desearía que empezara otra vez agosto, que pagaría por revivir estas vacaciones.

Han sido quince días intensos de viajes y vivencias y sigo empapada de cada una de ellas. Encendida.
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Hace exactamente una semana, a estas horas, estaba en L´Estartit (Girona), a punto de salir hacia Barna a coger mi AVE a Madrid. Ahora escribo estas líneas en el autobús, de vuelta a tierras madrileñas otra vez, pero esta vez desde Sevilla, mi última ruta en el viaje.

Sólo un par de días, de visita familiar, de sosiego y calma, de desayunos en el patio andaluz, impregnándome de jazmín, recordando cuando mi abuela me hacía moñas de esta flor y me los prendía en el cabello, de paseos sin prisas por la Corredera y de tapeo en la Peña Bética, porque aunque toda mi familia sevillana es sevillista de pro, en la Peña ponen buenas tapas y Manolo, el dueño, es "muy buena gente"... (algún día haré un post en honor al pueblo de mi padre, El Arahal).

Un fin de semana en definitiva tranquilo, que también era necesario, y en el que he podido digerir y grabar a fuego la gran cantidad de instantes inolvidables que he vivido estos días.

Y es que han sido unas vacaciones merecidas y necesarias, por muy diversos motivos, desde lo físico a lo emocional. Salir de Madrid para volver renovada, y creo que lo he conseguido.

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Mallorca y Girona con una pequeña parada técnica en Madrid. Distintos amigos, distintos lugares y mil imágenes en mi memoria. No me olvido de ninguno de vosotros: Juanjo, Juan, Christian, Pau, Ángel, Iñaki, Toni, Luis, Carla, Ani Lu, Esperanza, Noe, Tahiche, "el Primo", Charlie.... Las calas, el sol, el sonido del mar, esas fotos geniales, el Paseo Marítimo, la Demence, la cena en S´Esponja, el MARAVILLOSO concierto de Pastora, Cadaqués, Dalí, L´Estartit, el Rockefellers y el Rancho... Las risas hasta llorar, la música, las noches interminables, mis frases imposibles, las confesiones y los pequeños tirones de orejas (qué bruto que eres Tahiche y qué razón tienes, como la tienes tú, Juan, y tú, Juanjo... y cómo os quiero a los tres ...)

... Y los encuentros por sorpresa y el vello erizado de nuevo ...


"Un paraíso detrás de cada mirada. Una mano que salta y me cubre la espalda, dónde me llevará. Cuánta vida hay en un alfiler cuando el hilo se mete y quiere coser dos partes distintas de tactos y enigmas. Y se unen las ganas. De esta noche no pasa." (Cuánta vida. Pastora)

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Las miradas furtivas, brazos rodeando la cintura, palabras susurradas y verte reflejada en unos ojos que al mirarte brillan... Un maybe, next time, I hope... deseos con fecha de caducidad inmediata pero que cumplieron su misión, y eso es lo importante.


Sin duda hay dos bandas sonoras para este verano. Una el house del Rockefellers, sobre todo dos temas pinchados en exclusiva para mi; otra, obvio, Pastora. Y en especial esta canción:

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"Salgo y reivindico el poder de la mente, cuando deseo muy fuerte, muy fuerte parece que viene. Cambio los recuerdos por lo que venga, pararme no me sale a cuenta, parece que viene. Y me emociona recordar esa noche tan larga, fotos en mi memoria, que se repita ese día."
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Tendemos a obcecarnos en el pasado, la mayoría de las veces sin sentido.

Yo no cambio los recuerdos, ni uno solo, ni una sola de esas fotos en mi memoria, pero sí ansío lo que venga para seguir sumando vida, que es de lo que se trata. Porque pararme no me sale a cuenta.

¿Un día que repetiría de este agosto? Eso, si me lo permitís, me lo guardo para mi...

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Y a desear fuerte, muy fuerte.

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.(Este post se escribió en el Socibús con ruta San Fernando- Madrid, sobre las 12 de la mañana)


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01 agosto 2008

Superwoman

No suelo vanagloriarme de mis éxitos.
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Siempre quito importancia a lo que logro frente a los demás, no sé muy bien por qué. Pudor, humildad... supongo que sobre todo es falta de ego, falta de egoísmo.
Hoy me lo voy a permitir, voy a ser un poco narcisista (sólo un poco), voy a quererme más de lo que suelo (y menos de lo que debería), y voy decir bien alto que soy una SUPERWOMAN, como en la canción de Alicia Keys.

¿Y por qué?
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Primero porque sí. La canción es un homenaje a todas las mujeres. A todas y cada una de nosotras y a muchas que lo tienen infinítamente peor.
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Segundo, y volviendo a mi, porque este año he conseguido cosas importantes. Retos cumplidos. Y es maravilloso poder tachar "pendientes" de la lista:
Carnet de conducir (por fin...) y, sobre todo, las oposiciones para "profe".
Lo logré. Tres años de sacrificios, estudio y esfuerzo han tenido su recompensa. Y es maravilloso.


Este martes me dieron mi destino para este año. Es decir, el Instituto en el que voy a dar clase durante el curso que viene.
Este es: Villa de Valdemoro, en el pueblo madrileño del mismo nombre.

Nuevos compañeros, nuevo Centro, nuevos alumnos y nuevos retos...
¿Cómo serán mis alumnos? ¿Conseguiré motivarlos? ¿Cuánto me costará "hacerme con ellos"?
Nervios, nervios y más nervios al principio. Igual que ellos en el primer día de clase. Pero al mismo tiempo es emocionante. Me hace sentirme viva.
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Vamos sellando etapas, vamos cerrando puertas... y es que nos hacemos mayores y no queda otra que madurar.
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Unas facetas se van viendo satisfechas (las profesionales). Otras siguen cojeando. Pero como dice mi abuelita (mujerona andaluza de carácter y de pro) "lo que está para ti no hay fuerza, viento ni marea que lo mueva". ¡Ea!
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Y mientras tanto, a disfrutar de las metas alcanzadas.
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